La fábrica de mantenimiento y reposición celular de nuestra piel está a pleno funcionamiento durante la noche, mientras dormimos. Explicábamos en un post anterior, que las células epiteliales cumplen horario según el ciclo circadiano. Así pues, dormir es esencial para la salud y belleza de la piel.
Hay quien se ha dedicado a echar cuentas y, al parecer, durante nuestra vida pasamos un 36% del tiempo durmiendo. Así pues, si vivimos 90 años, pasaremos 32 durmiendo. Pero, para que los mecanismos fisiológicos de la piel cumplan con su cometido correctamente, el sueño debe ser realmente reparador durante unas 8 horas. Para conseguirlo, podemos poner en práctica algunos tips que nos ayuden a ello. Por ejemplo, evitar la cafeína, las grasas y el alcohol antes de ir a dormir. Todos estos alimentos ralentizan la digestión y entorpecen el sueño. La leche de vaca y el azúcar blanco también son alimentos poco aconsejables si queremos que la regeneración celular nocturna se lleve a cabo correctamente. Tampoco es bueno dormirse mirando un programa de televisión. En cambio, es muy positivo prepararse para ir a dormir procurando que el ambiente que nos rodea sea lo más silencioso y agradable posible.
Por otro lado, en Singuladerm aconsejamos establecer rutinas diarias de belleza que también ayudan a "suministrar combustible" a la maquinaria celular nocturna. Se trata de hábitos que incluyen, desde la limpieza correcta de la piel, hasta los alimentos que deberíamos ingerir por la mañana, justo a la hora de levantarse de la cama. Lo resumimos en esta infografía.
Y tu, ¿qué rutinas sigues para ir a dormir? Explícalo dejando un comentario. Si este artículo te ha parecido interesante, compártelo en tus redes sociales.