julio 06, 2016

La piel y el verano: consejos y recomendaciones

Se ha escrito mucho sobre la piel y el verano. Hasta existe una película titulada Piel de verano, dirigida por Leopoldo Torre Nilsson, aunque no tiene nada que ver con consejos cosméticos. La razón es clara: durante la época estival aumentan los riesgos para la piel.

Cuando llega el verano se acostumbra a enseñar un poco más de piel, no por exhibicionismo, sino porque el clima empuja a usar prendas ligeras, sobre todo si se va a la playa. Así pues, en verano la piel está expuesta a numerosos factores agresivos, como la radiación solar y ultravioleta, el cloro o la sal. El sol da a la piel un color más saludable, pero es a la vez uno de los mayores riesgos: manchas, sequedad, melanoma, cáncer de piel… los peligros que conlleva son variados.

Por lo tanto, si este verano quieres lucir una piel bonita, luminosa, sana y con un bronceado homogéneo, lo ideal es conocer cómo cuidarte para evitar situaciones desagradables. Hay que partir de dos realidades incuestionables: el calor deshidrata más rápido la epidermis y la sudoración aumenta la humedad, lo que la vuelve más proclive a infecciones.

En primer lugar debes tener en cuenta que la limpieza diaria la debes llevar a cabo con productos suaves que no alteren el manto ácido de la piel, es decir, que no irriten ni sean muy perfumados, pero que ayuden a eliminar la grasa y suciedad acumuladas. Un buen ejemplo sería el Xpert Sindet.

En segundo lugar es necesario cuidar la hidratación de la piel. Las cremas permiten recuperar la humedad perdida y son especialmente ventajosas cuando el calor reseca tu piel. Las altas temperaturas, la piscina, el mar y todas las actividades típicas del verano hacen que se reseque más de lo normal. Lo más importante es que la crema contenga propiedades hidratantes y emolientes, lo que permite recuperar el agua perdido por el sudor, como nuestro Physiodefense.

En tercer lugar te recomendamos moderar el consumo de carnes y priorizar el consumo de frutas y verduras, alimentos ricos en vitaminas antioxidantes como la A, C y E. La vitamina E es una de las más importantes para el cuidado de la piel, ya que previene la degeneración celular, ayuda en el proceso regenerativo en caso de cicatrices y acné y contribuye al aumento del flujo sanguíneo de la piel. La puedes encontrar en aceites, frutos secos, en pescados y camarones y en vegetales como el brócoli, la espinaca, los espárragos, el tomate o la zanahoria.

Otro aspecto importante es darle importancia al sueño, pues las células se producen y recuperan su fuerza cuando se duerme, ayudando a mantener una piel en buen estado. Además, conviene recordar que es muy aconsejable reducir al mínimo la exposición al sol en las horas centrales del día.

Finalmente, hay que apuntar que hay una clave básica para cuidar la piel en verano que nunca puedes pasar por alto: protegerla del sol. Cada vez que vayas a la playa, a la piscina o a cualquier actividad al aire libre no debes olvidar usar un protector solar adecuado para tu tipo de piel para evitar el daño que causan los rayos UV/UVA. Y es que el exceso de sol no solo provoca que nuestra piel se queme y enrojezca, sino que además acelera el proceso de envejecimiento y puede ser responsable de manchas en la piel o peligrosas enfermedades como el cáncer. En SingulaDerm tenemos una línea de producto ideal para protegerte del sol: XpertSun.

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