Las más malpensadas creerán que insistimos en aplicar las rutinas de belleza en cutis, cuello y hasta el escote para que gastéis más producto. Pues bien, ahora veréis que no es así. En realidad, cuello y escote son grandes olvidados, cuando precisan de unos cuidados especiales. Te contamos por qué: la
extrema delgadez de las tres capas que conforman la piel del cuello, la escasez de grasa en su filme hidrolipídico y la presencia de menos melanocitos explican el envejecimiento precoz de esta zona del cuerpo. Además, está casi desprovisto de soporte óseo y de fibras de colágeno que garanticen su elasticidad (cuenta con tres músculos para sostenerlo), características que dificultan que la piel se vea tersa, luminosa y sin arrugas.
¿Qué podemos contaros del
escote? Pues más de lo mismo. Como en el caso del cuello también
su piel es mucho más fina que la del rostro, lo que supone
menor cantidad de glándulas sebáceas y de tejido adiposo. Esta zona, además, está muy expuesta al sol por lo que habrá que aplicar protección solar para prevenir el envejecimiento de la piel y la aparición de manchas producidas por un aumento de la melanina que, desgraciadamente, son muy habituales.
A partir de los 30 años a diario deberías dedicar al cuello y el escote el mismo tratamiento que practicas sobre el rostro:
limpieza e hidratación. De este modo lograrás retrasar los signos de envejecimiento. Nosotros te proponemos la
XPERT Raffermissant,
reafirmante para cuello y escote, que actualmente está de oferta y se vende junto a la crema antiedad para el rostro
XPERT Collageneur. Aparte, también deberás incorporar a tu rutina de belleza
peelings que estimulen la regeneración celular.
Comprueba en la infografía por qué cuello y escote son vulnerables y exigen de los mejores cuidados cosméticos.