Mantener tu cabello elástico, denso y con una textura que lo haga vistoso y brillante precisa de un cuidado regular y del uso de productos que lo mantengan vigoroso y sano. Así pues, la manera cómo te laves y, especialmente, la forma de aplicarte la mascarilla, es esencial para conseguir un resultado óptimo, un aspecto radiante de tu cabellera y el realzado del peinado que escojas.
El primer consejo que te damos tiene que ver con la temperatura del agua del lavado. Conviene saber que es interesante que el agua que emplees no sea muy caliente. Así, quizás es mejor usar una temperatura más cálida para la higiene del resto del cuerpo y una más templada para el cabello. De hecho, si puede ser un poco fría, mucho mejor.
En el momento de usar el champú, debemos tener en cuenta que éste no debe incidir directamente sobre el sobre el cuero cabelludo. Es mejor ponerlo en las manos y distribuirlo proporcionalmente por toda la cabeza a fin de optimizar, posteriormente, el uso de la mascarilla.
La buena salud del cabello también está relacionada con los tirones, la sequedad y la agresividad con que trates las raíces y las puntas. Así pues, evita frotarte demasiado el pelo para que tus fibras capilares no sufran y la cabellera adquiera un aspecto más esponjoso y suave.
Si estás acostumbrada a ducharte a diario, debes tener en cuenta que con un lavado será suficiente. Tus cabellos no necesitan absorber las propiedades de los productos capilares diariamente ya que, de alguna manera, si el trajín diario ha sido normal, tu cuero cabelludo se mantiene moderadamente limpio. En cambio, si llevas dos o tres días sin usar ningún producto, sí que será conveniente efectuar un doble lavado antes de aplicar la mascarilla.
A mitad del proceso, será momento de aclarar el cabello. Conviene hacerlo con agua abundante que ayude a retirar todo el champú que te hayas aplicado previamente. Acto seguido, quitaremos la humedad que quede en con una toalla.
A continuación, llega el momento de aplicar la mascarilla. Es aconsejable aplicar el producto en pequeñas cantidades y de la mitad del cabello hacia las puntas, evitando que el gel se deposite en la raíces. En este instante comenzará el efecto de la mascarilla sobre tu pelo. Para potenciarlo, si dispones del tiempo suficiente, envuélvete el cabello en una toalla caliente. Así conseguirás que el producto penetre mejor.
Para un buen despliegue de las propiedades de la mascarilla, es aconsejable dejarla actuar durante diez minutos. El producto proporciona una notable hidratación, mejora mucho la textura del pelo y hace que esté mucho más suave. Su uso continuado ayuda muchísimo a realzar e humedecer los cabellos muy secos y castigados.
Para terminar, no olvides aclarar abundantemente el cabello bajo el agua corriente. Esta es una de las partes más importantes de todo el proceso y garantiza la aplicación adecuada de la mascarilla.
[caption id="attachment_4336" align="alignnone" width="1240"]
Cómo lavar el cabello y aplicar correctamente la mascarilla[/caption]